domingo, 17 de febrero de 2013

Black

El caballero negro cayó, cegado por el brillo de las armaduras de los caballeros blancos.
Todos acercaban sus espadas empuñadas poco a poco, anhelando atravesar la negra armadura. Los tres caballeros apuntaron sus espadas al mismo tiempo.
En los ojos del caído caballero se reflejaban las tres espadas resplandecientes, las cuales ya había optado por aceptar dentro de sí. Cerró lo ojos. Pero otro caballero negro llegó en el último vaivén de espadas, apuñalando a los caballeros blancos con una gran rapidez. El otro caballero solo observaba, y antes de que el caballero negro acabara con la vida del último caballero blanco, un ¡NO! gritado a los cielos distrajo al caballero de la opaca espada, haciendo que el caballero de la luz triunfara.
Indignado ante lo visto, el cansado y adolorido caballero de la oscuridad recogió una espada resplandeciente de alguno de los caídos y atravesó al último servidor de la luz en el pueblo; lo que nunca logró entender antes de morir, fue él porqué de que las espadas de los caballeros resplandecientes, no les hacía daño a los mismos.

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