El ermitaño camina solo y muy pocas criaturas se acercan. A todas las aleja.
Un día el ermitaño se interesó por un pequeño animal.
El animalito no trataba de captar su atención como los otros animales; le interesó mucho y quiso saber más sobre este.
El ermitaño se detuvo en su solitario camino y trató de familiarizarse con el pequeño.
Conversaban, conversaban mucho, eran inseparables.
El ermitaño continuó su camino con el pequeño animalito.
Un día el ermitaño conoció a un demonio, y se interesó mucho por este.
El ermitaño narraba las aventuras del demonio con una gran emoción al pequeño animalito, y este temía muy en el fondo, que se olvidará de él por el demonio.
El ermitaño abrazaba al pequeño y este perdía el temor; sabía que su amigo nunca se iría.
Continuaban su recorrido, el ermitaño, el animalito y muy por detrás, siguiendolos muy cautelosamente, el demonio.
Un día el ermitaño se detuvo al ver a una hermosa mujer, curiosamente estaba un poco más adelante de su camino.
La mujer se acercó al ermitaño, parecía tan sorprendida de ver a otra persona como él.
La mujer y el ermitaño conversaban de muchas cosas, de su camino, de su soledad, y de como se había topado con el pequeño animalito; ella a la vez, le contaba cosas muy similares, eran muy parecidos.
El demonio observaba de lejos, el ermitaño no le había contado a la muchacha sobre su encuentro. Se había olvidado de él.
El demonio seguía observando, guardaba esperanzas de que lo recordara en sus historias.
El pequeño animalito observaba como el ermitaño sonreía junto a la mujer.
Un día el ermitaño se olvido de el animalito.
El animalito no volvió.
La mujer y el ermitaño ahora caminan juntos, el demonio los observa y el animalito ya no esta.
El ermitaño recuerda al animalito, voltea en busca de él.
El animalito no estaba.
El ermitaño extraña al animalito, camina junto a la mujer y el demonio continua observando.
El ermitaño recuerda al demonio, comienza a narrar las aventuras del demonio a la mujer.
El demonio estaba feliz.
El ermitaño y la mujer cansados dejaron de caminar.
El demonio es buscado por el ermitaño.
El ermitaño y el demonio conversan mucho.
El ermitaño extraña al animalito aún.
La mujer hace feliz al ermitaño, el demonio narra historias y el animalito no está.
Un día el pequeño animalito volvió.
El ermitaño estaba feliz, abrazó al animalito, se lo dijo a la mujer y continuaron caminando.
El ermitaño volvió a olvidar al demonio.
El demonio no avanza.
El demonio observa al ermitaño, a la mujer y al animalito alejarse.
El demonio no avanza.
La mujer toma otro camino, el ermitaño y el animalito continuan caminando por el mismo y el demonio no avanza.
El ermitaño no extraña al demonio.
El animalito hace feliz al ermitaño, el ermitaño hace feliz al animalito y el demonio no está.
El demonio continúa quieto, el demonio continua esperando.
El demonio ya viejo muere esperando.
El animalito y el ermitaño regresan por el camino.
El ermitaño y el animalito observan al demonio muerto.
El ermitaño y el animalito continúan su camino. El ermitaño no recuerdan al demonio.
El demonio desaparece.
El ermitaño y el animalito continúan caminando, la mujer no está y el demonio murió esperando.
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