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Lamento no haber estado allí, pero espero que puedas descansar en paz. Hoy y siempre junto con mi abuelo en los cielos.
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-Haaaaay Limón! -se oyó en el mercado- Veendo Limón!

-No responde, doctor!
-Traigan la maquina!

-Hay Limón! -seguía gritando el vendedor
-Víctor!
-Hey!
-Toma tu almuerzo ¿vas a quedarte toda la tarde? ¿o te preparo lonche?
-No, no. Voy a terminar de vender y luego voy a la casa.

-Ay mi hijo! Mi hijo! Se me muere mi hijo! Diosito no te lo lleves! 
-Doctor no reacciona!
-Ponle más carga! Vamos! -se oye un salto- Vamos Vamos!

-Vendo Limón!- el mercado comenzaba a verse vacío y oscuro
-Será que me está fallando la vista -se decía, Víctor empezaba a notar como la oscuridad empezaba a tragar espacios del mercado- pero que?!
Todo comenzaba a oscurecer a su alrededor, lo único que lograba observar con claridad era su gran bolsa de limones y el taper de comida que le había traído su madre.
-Hijo... Víctor... -se escuchaba a lo lejos

-Doctor, ya no se puede hacer nada

-Hijo...
-Papá...  -una luz caminaba hacia él, era la figura de su padre fallecido hace unos años- pero tú...
-Hijo... ya es hora...
-¿Hora...? -Al observar su cuerpo, se percató de que traía una bata blanca puesta y pronto entendió la situación.
-Voy... a morir?
El rostro triste de su padre asentía ante su pregunta.
-¿Y mi mamá? No la puedo dejar sola!

-Esta reaccionando, esta reaccionando! 
-Dame más carga

-Quiero que se quede con tu hija
- Pero... la Mary ya tiene su esposo
-Se que entre ellas... podrán vivir mejor juntas. Tu ya has llegado al límite...

Doctor! 

-Ven conmigo hijo -tendió la mano hacia él.

Doctor se nos va!

-Mamá... perdóname...

Luego no se escuchó nada... Solo había silencio... Se oyó un grito y llanto desconsolado... Y más llanto...
En el mercado, solo se ve un lazo negro bajo un cuadro con rostro familiar, y que hoy corona el puesto de limones.